Intel sigue teniendo «problemas»: vende más procesadores de los que puede producir
Hace cosa de un año vimos que Intel estaba afrontando un serio «problema», y es que la demanda de sus procesadores fabricados en proceso de 14 nm era tan grande que no podía cubrirla. Esto acabó dando pie a una situación complicada que se dejó sentir en dos grandes niveles: subida de precios y retraso en el lanzamiento de algunos portátiles y equipos de sobremesa.
Parecía que el gigante del chip había superado esos problemas tras la inversión de más de 1.000 millones de dólares que realizó para mejorar su capacidad productiva, pero al final no ha sido así. DigiTimes confirma que la escasez de procesadores Intel en proceso de 14 nm ha vuelto a la palestra, y es tan notoria que algunos fabricantes de equipos originales tendrán que retrasar de forma parcial o total sus nuevos productos. No se ha hablado de fechas concretas, pero en el mejor de los casos todo parece indicar que hablamos del primer trimestre de 2020.
Sé lo que estáis pensando, ¿qué está ocurriendo exactamente? Pues es muy sencillo, aunque Intel ha mejorado su capacidad productiva también ha ampliado su catálogo de procesadores fabricados en proceso de 14 nm++ con el anuncio de las series Comet Lake U y Comet Lake Y. Ambas se perfilan como soluciones muy interesantes para dar forma a equipos ultraligeros de bajo consumo y alto rendimiento, así que es comprensible que con ello se haya generado una mayor demanda que, de momento, son incapaces de cubrir de forma efectiva.
Ya tenemos clara la primera consecuencia que tendrá la incapacidad productiva de Intel para cubrir la alta demanda de sus procesadores fabricados en 14 nm, el retraso de algunos equipos portátiles y de sobremesa, pero debemos tener en cuenta que no podemos descartar que se acabe produciendo, como anticipamos, una subida de precios en los principales procesadores de consumo general del gigante del chip.
Esa subida de precio podría dejarse notar sobre todo en los modelos más actuales y en aquellos que gozan de una mayor demanda, como por ejemplo el Core i5 9400F, el Core i7 9700K y el Core i9 9900K, aunque no esperamos una subida muy marcada debido a la presión que ejercen los Ryzen serie 3000 de AMD.
Se espera que la situación mejore durante la primera mitad de 2020, aunque no tenemos claro si hablamos de una mejora total o parcial, es decir, si Intel podrá mejorar su capacidad productiva a un nivel lo bastante bueno como para cubrir por completo la alta demanda o si por el contrario solo logrará satisfacer una parte de ella.
Parecía que el gigante del chip había superado esos problemas tras la inversión de más de 1.000 millones de dólares que realizó para mejorar su capacidad productiva, pero al final no ha sido así. DigiTimes confirma que la escasez de procesadores Intel en proceso de 14 nm ha vuelto a la palestra, y es tan notoria que algunos fabricantes de equipos originales tendrán que retrasar de forma parcial o total sus nuevos productos. No se ha hablado de fechas concretas, pero en el mejor de los casos todo parece indicar que hablamos del primer trimestre de 2020.
Sé lo que estáis pensando, ¿qué está ocurriendo exactamente? Pues es muy sencillo, aunque Intel ha mejorado su capacidad productiva también ha ampliado su catálogo de procesadores fabricados en proceso de 14 nm++ con el anuncio de las series Comet Lake U y Comet Lake Y. Ambas se perfilan como soluciones muy interesantes para dar forma a equipos ultraligeros de bajo consumo y alto rendimiento, así que es comprensible que con ello se haya generado una mayor demanda que, de momento, son incapaces de cubrir de forma efectiva.
Ya tenemos clara la primera consecuencia que tendrá la incapacidad productiva de Intel para cubrir la alta demanda de sus procesadores fabricados en 14 nm, el retraso de algunos equipos portátiles y de sobremesa, pero debemos tener en cuenta que no podemos descartar que se acabe produciendo, como anticipamos, una subida de precios en los principales procesadores de consumo general del gigante del chip.
Esa subida de precio podría dejarse notar sobre todo en los modelos más actuales y en aquellos que gozan de una mayor demanda, como por ejemplo el Core i5 9400F, el Core i7 9700K y el Core i9 9900K, aunque no esperamos una subida muy marcada debido a la presión que ejercen los Ryzen serie 3000 de AMD.
Se espera que la situación mejore durante la primera mitad de 2020, aunque no tenemos claro si hablamos de una mejora total o parcial, es decir, si Intel podrá mejorar su capacidad productiva a un nivel lo bastante bueno como para cubrir por completo la alta demanda o si por el contrario solo logrará satisfacer una parte de ella.
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