AMD tiene problemas con el Ryzen 9 3950X y ha decidido retrasarlo
Hace unos días vimos que el Ryzen 9 3950X se había retrasado y que no llegará, en principio, hasta el mes de noviembre. No había un porqué, un motivo que nos permitiera entender la razón por la que AMD había decidido posponer el lanzamiento del que será su nuevo producto estrella para el mercado de consumo general, pero hoy, gracias a una filtración que proviene de un fabricante de placas base (que por razones evidentes ha querido permanecer en el anonimato) sabemos qué es lo que ha ocurrido.
Os ponemos en situación. Como sabrán nuestros lectores más avanzados AMD utiliza una arquitectura MCM simplificada al máximo en Zen 2 que consiste en tres grandes partes:
Los chiplets, pastillas de silicio en 7 nm que contienen ocho núcleos y las memorias caché L1, L2 y L3.
El chip I/O, fabricado en 12 nm, que agrupa todos los elementos de entrada/salida, incluida la controladora de memoria.
El sistema Infinity Fabric, que se encarga de coordinar todos los elementos y hacer que todo funcione como debe.
Este tipo de arquitectura tiene las ventajas que muchos ya conocéis: es más sencilla de llevar del papel al silicio, tiene una mayor tasa de éxito por oblea, presenta un coste menor, simplifica los saltos de proceso de fabricación y permite crear procesadores multinúcleo a un precio muy competitivo. Sin embargo, también tiene desventajas, entre las que destacan su mayor dependencia de la velocidad de la RAM, de la memoria caché, de las latencias y su menor capacidad de soportar frecuencias de trabajo elevadas.
La cuestión de las frecuencias de trabajo ha generado una fuerte polémica durante las últimas semanas debido a la incapacidad de los Ryzen 3000 de llegar al modo turbo que había anunciado AMD, un problema que, afortunadamente, ha sido resuelto con la última actualización AGESA que ha desarrollado la compañía de Sunnyvale.
Pues bien, con el Ryzen 9 3950X la compañía ha vuelto a tropezarse con el tema de las frecuencias. Dicho procesador será el más rápido de AMD, no solo porque tendrá 16 núcleos y 32 hilos, sino porque además podrá trabajar a 4,7 GHz en modo turbo con un núcleo activo.
Hasta aquí todo correcto, ¿verdad? Pues la verdad es que no, el problema es claro. AMD no solo tiene que conseguir dos chiplets que tengan sus ocho núcleos activos para dar forma al Ryzen 9 3950X, sino que además uno de ellos debe ser capaz de trabajar de forma totalmente estable a 4,7 GHz, sin que se produzcan problemas de consumo ni de temperaturas, y por supuesto sin que la exposición a ciclos continuos de trabajo a dichas frecuencias puedan llegar a producir degradación a nivel de puertas lógicas.
En efecto, es un desafío importante que AMD está intentando resolver de la mejor manera posible, y francamente creo que hace bien en retrasar el lanzamiento del Ryzen 9 3950X para cumplir con la promesa de los 4,7 GHz, ya que lo último que necesita es reavivar la polémica del modo turbo.
Un Ryzen 9 3950X es un desafío mayor que un Ryzen 9 3900X
Puede que alguno de nuestros lectores esté pensando por qué AMD ha podido dar forma sin problemas al Ryzen 9 3900X y no es capaz de hacer lo mismo con el Ryzen 9 3950X. La respuesta a esta pregunta se puede deducir de los párrafos anteriores: porque su complejidad es mayor.
Un Ryzen 9 3950X debe contar con dos chiplets totalmente funcionales y alcanzar con un núcleo los 4,7 GHz de forma estable, mientras que un Ryzen 9 3900X suma dos chiplets con dos núcleos desactivados en cada uno de ellos y debe llegar a 4,6 GHz. La diferencia es clara, y cuando hablamos de una arquitectura MCM como Zen 2 el simple hecho de subir 100 MHz puede marcar una gran diferencia en términos de consumo, temperaturas y estabilidad.
AMD tiene por delante un duro trabajo, debe seleccionar «el mejor silicio» para acumular una buena cantidad de unidades del Ryzen 9 3950X, y debe asegurarse de que todas cumplen con las especificaciones que han prometido. No valen medias tintas, Intel estará al acecho para aprovechar cualquier descuido, así que entiendo perfectamente que la firma que dirige Lisa Su prefiera tomarse las cosas con calma.
Por otro lado Intel tampoco tiene nada en el mercado con lo que competir de tú a tú con AMD ahora mismo si miramos a la gama alta, ya que el Ryzen 9 3900X suma 12 núcleos y 24 hilos y el Core i9 9900K cuenta con 8 núcleos y 16 hilos, así que la compañía de Sunnyvale no tiene porque acelerarse.
Os ponemos en situación. Como sabrán nuestros lectores más avanzados AMD utiliza una arquitectura MCM simplificada al máximo en Zen 2 que consiste en tres grandes partes:
Los chiplets, pastillas de silicio en 7 nm que contienen ocho núcleos y las memorias caché L1, L2 y L3.
El chip I/O, fabricado en 12 nm, que agrupa todos los elementos de entrada/salida, incluida la controladora de memoria.
El sistema Infinity Fabric, que se encarga de coordinar todos los elementos y hacer que todo funcione como debe.
Este tipo de arquitectura tiene las ventajas que muchos ya conocéis: es más sencilla de llevar del papel al silicio, tiene una mayor tasa de éxito por oblea, presenta un coste menor, simplifica los saltos de proceso de fabricación y permite crear procesadores multinúcleo a un precio muy competitivo. Sin embargo, también tiene desventajas, entre las que destacan su mayor dependencia de la velocidad de la RAM, de la memoria caché, de las latencias y su menor capacidad de soportar frecuencias de trabajo elevadas.
La cuestión de las frecuencias de trabajo ha generado una fuerte polémica durante las últimas semanas debido a la incapacidad de los Ryzen 3000 de llegar al modo turbo que había anunciado AMD, un problema que, afortunadamente, ha sido resuelto con la última actualización AGESA que ha desarrollado la compañía de Sunnyvale.
Pues bien, con el Ryzen 9 3950X la compañía ha vuelto a tropezarse con el tema de las frecuencias. Dicho procesador será el más rápido de AMD, no solo porque tendrá 16 núcleos y 32 hilos, sino porque además podrá trabajar a 4,7 GHz en modo turbo con un núcleo activo.
Hasta aquí todo correcto, ¿verdad? Pues la verdad es que no, el problema es claro. AMD no solo tiene que conseguir dos chiplets que tengan sus ocho núcleos activos para dar forma al Ryzen 9 3950X, sino que además uno de ellos debe ser capaz de trabajar de forma totalmente estable a 4,7 GHz, sin que se produzcan problemas de consumo ni de temperaturas, y por supuesto sin que la exposición a ciclos continuos de trabajo a dichas frecuencias puedan llegar a producir degradación a nivel de puertas lógicas.
En efecto, es un desafío importante que AMD está intentando resolver de la mejor manera posible, y francamente creo que hace bien en retrasar el lanzamiento del Ryzen 9 3950X para cumplir con la promesa de los 4,7 GHz, ya que lo último que necesita es reavivar la polémica del modo turbo.
Un Ryzen 9 3950X es un desafío mayor que un Ryzen 9 3900X
Puede que alguno de nuestros lectores esté pensando por qué AMD ha podido dar forma sin problemas al Ryzen 9 3900X y no es capaz de hacer lo mismo con el Ryzen 9 3950X. La respuesta a esta pregunta se puede deducir de los párrafos anteriores: porque su complejidad es mayor.
Un Ryzen 9 3950X debe contar con dos chiplets totalmente funcionales y alcanzar con un núcleo los 4,7 GHz de forma estable, mientras que un Ryzen 9 3900X suma dos chiplets con dos núcleos desactivados en cada uno de ellos y debe llegar a 4,6 GHz. La diferencia es clara, y cuando hablamos de una arquitectura MCM como Zen 2 el simple hecho de subir 100 MHz puede marcar una gran diferencia en términos de consumo, temperaturas y estabilidad.
AMD tiene por delante un duro trabajo, debe seleccionar «el mejor silicio» para acumular una buena cantidad de unidades del Ryzen 9 3950X, y debe asegurarse de que todas cumplen con las especificaciones que han prometido. No valen medias tintas, Intel estará al acecho para aprovechar cualquier descuido, así que entiendo perfectamente que la firma que dirige Lisa Su prefiera tomarse las cosas con calma.
Por otro lado Intel tampoco tiene nada en el mercado con lo que competir de tú a tú con AMD ahora mismo si miramos a la gama alta, ya que el Ryzen 9 3900X suma 12 núcleos y 24 hilos y el Core i9 9900K cuenta con 8 núcleos y 16 hilos, así que la compañía de Sunnyvale no tiene porque acelerarse.
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